Una herramienta muy útil antes de crear tu web es pensar en qué tipos de usuarios la van a visitar, inventándote un ejemplo concreto de cada usuario. Por ejemplo, si mi sitio web trata sobre viajes, puedo trabajar con:
1. Sofía Méndez. 28 años. Diseñadora gráfica.
– Gustos: Arte, fotografía, gastronomía local, turismo cultural.
– Nivel económico: Medio.
2. Carlos García. 45 años. Ejecutivo de ventas.
– Gustos: Viajes de lujo, golf, vinos, playa y descanso.
– Nivel económico: Alto.
3. Valeria Ríos. 33 años. Emprendedora digital.
– Gustos: Aventuras al aire libre, deportes extremos, ecoturismo, viajes en solitario.
– Nivel económico: Medio-alto.
Y con Sofía, Carlos y Valeria nos inventaremos cuáles son sus necesidades y gustos:
– Sofía Méndez busca recomendaciones de destinos culturales, guías para explorar la gastronomía local, y tips de fotografía para sus viajes.
– Carlos García busca paquetes de lujo, hoteles cinco estrellas, y destinos con campos de golf y bodegas exclusivas.
– Valeria Ríos busca destinos para deportes extremos, opciones de ecoturismo, y consejos para viajar en solitario de forma segura y emocionante.
Esto nos ayuda mucho a la hora de planificar las secciones del sitio web y la navegación por el mismo. Tiene un nombre esta metodología: Persona (sí, también en inglés).
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