Antiguamente (es decir, hace unos pocos años), la relación entre los espectadores y la televisión funcionaba de la siguiente manera: el espectador se enteraba, por la propia publicidad de las cadenas o por revistas y periódicos, de lo que iban a emitir; el espectador veía el programa en cuestión; el espectador comentaba el programa con sus allegados. Fin.
Gracias a las redes y medios sociales (en este caso que nos ocupa, gracias a Twitter), la situación ha dado un vuelco maravilloso. Hace unas semanas, al menos una de las actrices (Dafne Fernández) comenzó a hablar en su cuenta de Twitter de la serie Tierra de Lobos, animando a sus seguidores a engancharse a la nueva temporada. Con un estilo muy directo, fue presentando tanto la serie como a compañeros de reparto, consiguiendo dos beneficios inmediatos: que la serie sea seguida por más espectadores y que los seguidores de la serie se convirtieran en seguidores de sus actores. Desde luego que a largo plazo los beneficios serán mayores, ya que han conseguido generar una atención importante sobre ellos y sobre sus proyectos (presentes y futuros; quizá también pasados).
Adicionalmente, han proporcionado un lujo inesperado a los espectadores: poder interactuar, mientras están viendo la serie, con los protagonistas.
Desconocemos si esta estupenda promoción ha sido iniciativa de Dafne Fernández y sus compañeros o si ha sido coordinada por los responsables de marketing de la serie. En cualquier caso, nos parece un ejemplo fantástico de uso de este medio social.
Nos preguntamos cuánto falta para que, en los títulos de crédito aparezca, junto al nombre de los personajes y de los actores, su nick de Twitter.
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